Fabulosa la vista que había en la casa rural de La Morera. Llegar no es fácil, pero esos desayunos a la leña que da David son imperdibles.
Y por cierto, comentar que David, nuestro anfitrión en la casa, era posiblemente la razón principal por la que recomendaría visitar la Casa Rural de La Morera. Y es que hay mucha diferencia entre casas sin alma y casas rurales como esta, donde te acogen como a un amigo y te sientes a gusto desde el principio.
Me vas a hacer llorar… un abrazo!
Ya será menos … 🙂