El problema de las comparaciones explicativas

El problema de las comparaciones explicativas es que son muy prácticas para explicar conceptos complicados, pero también son muy útiles para mentir, engañar o simplemente asociar conceptos equivocados.

Por ejemplo: no se debería nunca comparar un impuesto que grava supuestos ingresos no producidos con el consumo de bienes tangibles y de primera necesidad.