Barcelona y sus bicicletas

Cada vez que voy a Barcelona me sorprendo (positivamente) de algo. Y esta vez (la semana pasada), fue con la iniciativa llamada Bicing.

Atentos a la idea que es genial:

Coger el Bicing es muy fácil. Cuando recibas en casa la tarjeta de abonado/a, ya podrás empezar a utilizar este nuevo servicio: retiras la bicicleta de cualquiera de las estaciones de Bicing, la usas durante el trayecto y la devuelves en la estación más cercana a tu destino.

El Bicing se entiende como un modo de transporte público para desplazarse de un punto a otro. Por esta razón, los primeros treinta minutos de cada trayecto* están incluidos en la tarifa de abonado/a. A partir de ahí, pagas según el tiempo que utilices la bicicleta, con un máximo de dos horas por trayecto (véanse las tarifas).

Iniciativas parecidas ha habido en otras ciudades. Copenhague puso a disposición de la gente 1300 bicicletas para uso de los ciudadanos. Pero las bicicletas se robaban, o la gente la subía a su casa para que no se la quiten.

Lo bueno de Barcelona (listos que son) es que la bicicleta es gratis, pero solo la primera media hora, el resto pagas. Y encima, como vas con un carnet, saben quién la está usando en cada momento.

Genial, absolutamente genial. Porque como todo economista sabe, las cosas o servicios con precio cero o cercano a cero tienden a ser abusados («no me cuesta casi nada dejar el grifo abierto, luego que corra el agua»), y en cambio un precio simbólico (la bici cuesta 30 céntimos solo a partir de los 30 minutos iniciales) hace que la gente sea mucho más cuidadosa con el uso.

Así que van a poner 1500 bicicletas a disposición de los barceloneses que las quieran usar. Eso es promover una ciudad verde, y el resto con zarandajas.

Que envidia de ciudad. Bonita y con gente lista …..