La noche triste

La noche del 30 de junio de 1520 se conoce en los libros de historia por el nombre de «La noche triste«

Marcó la salida de Tenochtitlan de las tropas españolas, que habían sido invitadas primero por Moctezuma a entrar en la ciudad, y que después, por las traiciones, engaños, matanzas y malas artes de ambas partes, provocó la salida de los Españoles de la ciudad de noche y a hurtadillas mientras eran atacados por miles de Méxicas.

Los Españoles le pusieron el nombre de «La noche triste» por las múltiples pérdidas que sufrieron entre los suyos.

Para el que esté interesado en los detalles del tema, hay un libro fabuloso (grueso y denso, pero de deliciosa lectura), llamado «La conquista de México», de Hugh Thomas, y otro más denso aun pero no menos interesante que es «Cartas de relación», de Hernán Cortes.

También es buen comienzo leer el artículo al respecto de la wikipedia.

Salvando las diferencias, ayer fue una noche triste para mí también.

11 comentarios en «La noche triste»

  1. No estoy de acuerdo. Hernán Cortes no era un malvado, el quería salvar Tenochtitlan para entregársela al Rey Carlos, pero la época era otra, las formas de pensar distintas, y las alianzas necesarias inconcebibles ahora.

  2. salvar technotitlan?
    era un sakeador mas…sabes que en el palacio en el que moctezuma los hospedo tiraron una pared porque habian escuchado que guardaba un tesoro, al descubrirlo volvieron a taparlo y que por temor buscaron cualquier excusa para empezar todo eso…

    De hecho el rey habia ordenado a Cortes que ni se le ocurriese ir a méxico…

    La conclusion que sako entonces de lo que tu me estas diciendo es ke no es ke fuese un malvado…si no que hizo una matanza para lamerle el culo a su rey desobedeciendolo???…¬¬

  3. Claro que era un saqueador. Lo mismo que Moztezuma, que saqueaba a todos lo pueblos de la costa. Por eso se aliaron con Cortes, para salir de la opresión de los Aztecas.

    Y cuando digo salvar, me refiero a que quería no destruirla. para presentársela al rey intacta, no que no la quisiera para sí. En sus cartas de relación dice que es más bonita que Sevilla, que era en esa época la ciudad más avanzada de Europa.

    Ahh, y el que le prohibió a Cortés que no fuera a México fue el Gobernador de Cuba, que financió parte de la expedición a medias con Cortés mismo, y que quería algo más rápido y provechoso (más saqueo rápido). El Rey de España ni se enteró de la expedición hasta después del primer año de Cortés en la costa mexicana, cuando empezó a enviarle sus cartas de relación contándole la grandeza de los aztecas, precisamente para buscar su apoyo frente al Gobernador de Cuba.

    Lo que quiero decir es que lo de buenos y malos depende de la época, que Cortés hizo matanzas, de igual calibre que las que hizo Moztezuma, que entre otros errores, desolló a los primeros emisarios de Cortés.

    Todos unos angelitos ……

  4. Va un comentario para vosotros españoles, y para todos los europeos

    Exposición del Cacique
    Guaicaipuro Cuatemoc ante la reunión de Jefes de Estado de la Comunidad
    Europea (08/02/2002).

    La única palabra que se me ocurre para describir lo que sigue es ‘sublime’, porque llamarle increíble sería desconocer la veracidad de lo que se dice y la
    irrefutabilidad de lo que se evoca. Es creíble y, lamentablemente, real.
    Si tienes un sombrero al lado, pues búscalo y póntelo. Cuando termines te lo vas a tener que sacar y, tal vez, hasta aplaudir a rabiar.

    Con lenguaje simple, que era transmitido en traducción simultánea a más de un centenar de Jefes de Estado y dignatarios de la Comunidad Europea,
    el Cacique Guaicaipuro Cuatemoc logró inquietar a su audiencia cuando dijo:

    ‘Aquí pues yo, Guaicaipuro Cuatemoc he venido a encontrar a los que celebran el encuentro. Aquí pues yo, descendiente de los que poblaron la América hace cuarenta mil años, he venido a encontrar a los que la
    encontraron hace solo quinientos años. Aquí pues, nos encontramos todos.
    Sabemos lo que somos, y es bastante. Nunca tendremos otra cosa.

    El hermano aduanero europeo me pide papel escrito con visa para poder descubrir a los que me descubrieron. El hermano usurero europeo me pide pago de una deuda contraída por Judas, a quien nunca autoricé a venderme.
    El hermano leguleyo europeo me explica que toda deuda se paga con intereses aunque sea vendiendo seres humanos y países enteros sin pedirles consentimiento.

    Yo los voy descubriendo….

    También yo puedo reclamar pagos y también puedo reclamar intereses.
    Consta en el Archivo de Indias, papel sobre papel, recibo sobre recibo y firma sobre firma, que solamente entre el año 1503 y 1660 llegaron a San Lucas de Bárramela 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata
    provenientes de las Américas. ¿Saqueo? ¡No lo creyera yo! Porque sería pensar que los hermanos cristianos faltaron a su Séptimo Mandamiento.
    ¿Expoliación? ¡Guárdeme Tanatzin de figurarme que los europeos, como Caín, matan y niegan la sangre de su hermano! ¿Genocidio? Eso sería dar crédito a los calumniadores, como Bartolomé de las Casas, que califican al encuentro como de destrucción de las Indias, o a ultrosos como Arturo Uslar Pietri, que afirma que el arranque del capitalismo y la actual civilización europea se deben a la inundación de metales preciosos!

    ¡No! Esos 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata deben ser considerados como el primero de muchos otros préstamos amigables de América, destinados al desarrollo de Europa. Lo contrario sería presumir
    la existencia de crímenes de guerra, lo que daría derecho no sólo exigir la devolución inmediata, sino la indemnización por daños y perjuicios.

    Yo, Guaicaipuro Cuatemoc, prefiero pensar en la menos ofensiva de estas hipótesis. Tan fabulosa exportación de capitales no fueron más que el inicio de un plan ‘MARSHALLTESUMA’, para garantizar la reconstrucción de la bárbara Europa, arruinada por sus deplorables guerras contra los cultos musulmanes, creadores del álgebra, la poligamia, el baño cotidiano
    y otros logros superiores de la civilización. Por eso, al celebrar el Quinto Centenario del Empréstito, podremos preguntarnos: ¿Han hecho los hermanos europeos un uso racional, responsable o por lo menos productivo de los
    fondos tan generosamente adelantados por el Fondo Indoamericano Internacional?

    Deploramos decir que no.

    En lo estratégico, lo dilapidaron en las batallas de Lepanto, en armadas invencibles, en terceros Reichs y otras formas de exterminio mutuo, sin otro destino que terminar ocupados por las tropas gringas de la OTAN,
    como en Panamá, pero sin canal.

    En lo financiero, han sido incapaces, después de una moratoria de 500 años, tanto de cancelar el capital y sus intereses, cuanto de independizarse de las rentas líquidas, las materias primas y la energía barata que les exporta y provee todo el Tercer Mundo.

    Este deplorable cuadro corrobora la afirmación de Milton Friedman, según la cual una economía subsidiada jamás puede funcionar y nos obliga a reclamarles, para su propio bien, el pago del capital y los intereses que, tan generosamente hemos demorado todos estos siglos en cobrar.

    Al decir esto, aclaramos que no nos rebajaremos a cobrarle a nuestros hermanos europeos las viles y sanguinarias tasas del 20 y hasta el 30 por ciento de interés, que ellos si le cobran a los pueblos del Tercer Mundo.
    Nos limitaremos a exigir la devolución de los metales preciosos adelantados, más el módico interés fijo del 10 por ciento, acumulado sólo durante los últimos 300 años, con 200 años de gracia. Sobre esta base, y aplicando la fórmula europea del interés compuesto, informamos a los
    ‘descubridores’ que nos deben, como primer pago de su deuda, una masa de 185 mil kilos de oro y 16 millones de plata, ambas cifras elevadas a la potencia de 300. Es decir, un número para cuya expresión total, serían necesarias más de 300 cifras, y que supera ampliamente el peso total del planeta Tierra. Muy pesadas son esas moles de oro y plata. ¿Cuánto pesarían, calculadas en sangre?

    Aducir que Europa, en medio milenio, no ha podido generar riqueza suficientes para cancelar ese módico interés, sería tanto como admitir su absoluto fracaso financiero y/o la demencial irracionalidad de los
    supuestos del capitalismo. Tales cuestiones metafísicas, desde luego, no nos inquietan a los Indoamericanos. Pero sí exigimos la firma de una Carta de Intención que discipline a los pueblos deudores del Viejo Continente, y que los obligue a cumplir su compromiso mediante una pronta privatización o reconversión de Europa, que les permita entregárnosla entera, como primer pago de la deuda histórica…’

    – Cuando el Cacique Guaicaipuro Cuatemoc dio su conferencia ante la reunión de JEFES DE ESTADO DE LA COMUNIDAD EUROPEA, no sabia que estaba
    exponiendo una Tesis de Derecho Internacional para determinar LA VERDADERA DEUDA EXTERNA, ahora solo resta que algún gobierno latinoamericano tenga el valor suficiente para hacer el reclamo ante los
    Tribunales Internacionales.

  5. dejedm decirte querido chalpatleca que vuestro comentario es un gran respiro`para mi dejad de molestadm pero dices una gran verdad referente a todo lo descrito x tu boca insana sed de triunfo eso necesitais.

  6. eres unico armand con tu comentario un poco salido de contexto pero eres mi heroe no hay alguien que haya descrito mi sentir en mi corazon, quiero saber tu direccion personalizada

  7. No sé que intentaron decir este par de ostias, pero de que los europeitos nos deben, nos deben… y como dijo Crowe: «ya sea en esta o en la otra vida, nos la habeis de pagar…»

  8. gente como vosotros, ke ustifica un el «ojo por ojo», ke tiene esa mente, es la ke hace que este tipo de cosas se repitan, es realmente una pena, pues siendo europeo y español adoro mexico…no pueden exarle la culpa de la venganza a los «europeos» de ahora como ustedes dicen por algo que ocurrio hace tantos años…creo que la idea esta ekivokada….y es el camino al atraso…

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