En Singapur, si vais a uno de los chiringuitos en la calle y pedís un café, os obsequian con una bolsa de plástico con cuerditas y una pajita para que lo llevéis colgando sin quemaros. Esto, que en principio os puede parecer gracioso, es un invento fabuloso: no te quemas y es fácil de llevar. Aparte, es baratísimo. Estos cafés los encuentras por unos 30 céntimos de euro.
En sitios un poco más «elegantes», te añaden las cuerditas a la taza de plástico, como se aprecia en esta foto de arriba.
En ambos casos, una idea muy superior a la doble taza o a la funda de cartón, con la que te sigues quemando los dedos.
Chorradas, normalmente el vaso no va lleno hasta los topes, así que simplemente cogiendolo de la parte superior se soluciona el problema de quemarse. Lo de beber de una bolsita…que quieres que te diga? muy cutre, no? es casi como una bolsa de suero intravenoso o algo así…en fin, que hay gente pa tó.