6 comentarios en «¿ Dónde estaba Dios ?»

  1. Creo que conforme con lo que se lee en el LIBRO DE JOB, Dios podría contestar modernamente quizás con este discursillo:
    «Hijo, te dí la vida, es verdad, y también con ella, te dí la muerte, no menos es verdad. No eres distinto a otros mortales. Y yo procedo con todos de manera justa. La muerte no es tal, sino la posibilidad para ti de acceder a una vida eterna unívoca, en un Paraíso similar al de tus dos ancestros, Eva y Adam. Yo no me interpongo en tus decisiones libres. Tu optas por ese lugar, o por otros, con tu conducta, recta o no, durante tu existencia. Cuando tomaste la vida y naciste, también tomaste la otra, la muerte, porque para cualquier criatura son las dos caras de una sola moneda. No hay una sin la otra. Cuando estuviste hambriento no fue por mucho tiempo, sino por un período de prueba, y si el tiempo resultó extenso, en realidad fue tu forma de morir, la que aceptaste simultáneamente con la vida. Idem lo de sangrando, y lo de asesinado ¿Sólo? Nunca estuviste sólo, porque yo estoy siempre contigo. ¿Desesperado? Nadie puede alegar su propia torpeza en defensa. Yo estaba allí, y sin embargo, no me oraste con el alma, tal vez sí con labios externos, no oraste para que cesara tu justa aflicción. Yo a todos envío pruebas, es mi potestad y método para examinar las almas. «

  2. Mi respuesta a esa pregunta es: en cada uno de nosotros. Así que ahora la pregunta es ¿Donde estabas tú cuando estaba hambriento, sangrando, solo, desesperado,…? La respuesta es un poco más peliaguda y comprometida.
    Pero yo no creo que Dios haya abandonado al mundo, creo que su solución ha sido crearnos a nosotros para arreglar las injusticias que hemos originado.
    En todos los conflictos de la vida, cuando quieres arreglar de verdad las cosas, debes buscar tu parte de culpa y no intentar cargarle el muerto a otro.
    Además, con lo dificil que resulta cambiar uno mismo, pretender cambiar de repente la economía mundial resultaría ridículo. Las grandes viajes se dividen en etapas.
    Marta

  3. Me parece también una buena alternativa, pero entonces arréglalo tu mismo. Que curioso, la solución sigue siendo la misma independientemente de la perspectiva.
    Así que ánimo.

    Marta

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