Tengo una debilidad especial por Pérez-Reverte, lo confieso. Es tan arrogante, borde y buen escritor que me encanta. He leído muchos de sus libros, y conocí Sevilla gracias a «La piel del tambor», que me hizo imposible no tratar de conocer esa ciudad de maravilla.
Arturo (perdón por la confianza, Sr. Pérez-Reverte, pero ya son muchos viajes juntos) escribe artículos en El Semanal, en los que su faceta borde sale un poco más a la luz que en sus libros. En el último que he leído, hay una frase que me encanta:
«A fin de cuentas, para lo que sirve la cultura es para eso: para no gritar cuando se cae el avión».
El artículo completo se puede leer aquí.
No se si le envidio más la buena pluma o la mala leche. Me quito el sombrero, Capitán.
soy una gran admiradora del sr. reverte desde que era corresponsal. me encanta su forma de escribir y sobre todo su forma de ser y como dice las cosas, sin pelos en la lengua.
mi gran ilusión, sería estrechar su mano algún día.
saludos.
marisa.