Tengo debilidad por Pérez-Reverte, lo confieso.
Me gustan sus libros y sus relatos. Me parece una persona de las de quitarse el sombrero. Borde como sólo él sabe, prepotente y fantasma, pero me sigo quitando el sombrero.
He leído una docena de sus libros (ahora estoy terminando «Corsarios de Levante», el sexto de los de Alatriste, y lo comentaré cuando lo acabe), y tiene un estilo ligero y duro. Pero no duro por morbo, sino duro por reflejar los tiempos y las personas que relata. Donde hubo sangre, pone sangre.
En sus artículos es todavía más sanguinario. Este de «Aceituneros y aceituneras», en el que critica a los que usan términos inexistentes o innecesarios para aparentar una igualdad de trato falsa, me parece genial.
Siguiendo con su razonamiento, si queremos ser tan perfectos en la forma de expresarnos, y no queremos ofender a ningún colectivo, ¿ por qué no decimos el cerdo y la cerda ibéricos ? ¿ o la cabra y el cabrón hispánicos ?. Al menos esos existen.
Falsos, que somos todos unos falsos.
Y ya puestos, me parece absolutamente delicioso este otro artículo «Conjeturas sobre el sable». Si tenéis hijos es imprescindible que lo leáis. Igual también os están intentando defender …
La columna de Reverte en El Semanal no me la pierdo nunca. Me encanta el estilo que tiene, y como cuenta las verdades de nuestra sociedad (nuestra pobre sociedad).
Y en lo referente al ponerle el femenino de todas las palabras, también es algo que me toca bastante los coj….
Bueno nada más. Un saludo